Durante los primeros años de vida del niño, el carrito de paso se convierte en el elementos imprescindible para desplazarse. Es el medio de trasporte más cómodo para mover al bebé de un lugar a otro. El carrito proporciona una gran independencia a los adultos, pero sin embargo, alargarlo en el tiempo ralentiza la maduración normal del bebé.
Poco a poco el niño irá ganando autonomía en su motricidad global hasta conseguir caminar de forma autónoma. En este momento, el uso del carrito es más por la comodidad de los padres que por el interés del desarrollo del niño. No existe una edad concreta para que el niño abandone el carrito, pero si que existen una serie de factores que nos indican cuando es el momento.
Consecuencias de alargar el uso del carrito
Aunque el uso del carrito del paseo produce muchas ventajas en los adultos, debemos pensar en las desventajas que puede provocar el el niño.
Ningún niño debería pasar excesivo tiempo sentado. El niño necesita del movimiento parasu desarrollo y la silla de paseo es un elemento limitante para el desarrollo de su neuromotricidad. No podemos olvidar que el desarrollo locomotor y nervioso van de la mano. Son las acciones motrices de ensayo y error que el niño realiza para interactuar con su entorno la que hará que madure todo el sistema nervioso creando el cableado que el niño necesita para relacionarse con el medio. Limitar el movimiento del niño tendrá las siguientes consecuencias:
- Ralentización del desarrollo muscular y ósea que se produce por el impacto en la marcha.
- Limitaciones en la interacción con el entorno, disminuyendo la maduración del sistema nervioso central y periférico.
- Disminución de la independencia por falta de competencia motriz, esto puede afectar a la autoestima o incrementar sus miedos.
- La posición de sentado en un carrito no es una posición natural. Durante la marcha el centro de gravedad se va modificando mediante el desequilibro. Sin embargo, al estar sentado el centro de gravedad no varia o varia muy poco, esto hace que las fuerzas a las que todos los cuerpos se ven sometido siempre recaigan sobre las mismas estructuras corporales pudiendo provocar problemas posturales en el futuro.
Es deber de los padres estimular del desarrollo neuromotor del niño. Y por eso, es recomendable que los niños comiencen a caminar junto a los adultos en el momento que se den las condiciones evolutivas necesarias para la marcha autónoma.
¿Cuándo dejar de usar la silla de paseo?
Cada niño tiene un desarrollo neuromotor distinto. En función de las características genéticas y el entorno ambiental donde el niño este creciendo se alcanzará la marcha autónoma a una edad u a otra. El niño suele comenzar a dar sus primeros pasos sobre los 18 meses. Sin embargo, no alcanzará la marcha autónoma hasta los 2 o 3 años. Esto dependerá en gran medida del entorno que los padres hayan creado durante los primeros años de vida. Un entorno estimulante para el juego y el movimiento del niño hará que la maduración neuromotora sea mayor y que por lo tanto la marcha autónoma se produzca antes.
Una vez adquirida la marcha no es necesario retirar el carrito de paseo de golpe. Se debe entender que todos los sistemas corporales del niño están en desarrollo. Sus músculos, pulmones, corazón, etc, son más pequeños, y eso, afecta de forma directa a la capacidad de resistencia durante la marcha. Por lo tanto, la retirada de la silla de paseo se hará de forma progresiva. Empezar andando pequeñas distancias al lado del carro. Utilizar el carrito solo cuando vayamos a desplazarnos largas distancias, etc.
Según la Organización mundial de la salud, desde que el niño aprende a andar de forma autónoma se recomienda caminar 0,5 Kilómetros al día. No consiste en dejar el carrito por completo, sino, saber alternando y usarlo con cabeza. Una distancia corta para un adulto, puede ser todo un mundo para un niño. Por eso, te animamos a alternar el carrito de paseo con pequeños paseos que se vayan alargando con el tiempo y que permitan al niño explorar y desarrollarse.